Paseo por el río rojo
Aprovechando los meses estivales en los que el río a su paso por Niebla tiene poco caudal, un paseo por su cauce y su rivera es una experiencia única. El color anaranjado de los cantos secos. El color rojizo que caracteriza sus monumentos. El olor férreo del agua. A pié puedes acercarte hasta la pequeña presa, que se aprovechó para la molienda de granos. Se pueden ver restos de un molino harinero a la izquierda de la presa. Todo su paisaje te embriaga. Se encuentra cerca de la puerta de Sevilla, que da acceso al recinto amurallado, y de la puerta del desembarcadero, la única en estado original y desde la que actualmente no se puede acceder al recinto.