No es solo un puente
El puente de Rande, no es tan sólo un puente.
Este gigante de hormigón representa la evolución y el progreso. La unión y el avance.
Gracias a este puente atirantado de poco mas de kilómetro y medio de longitud, las distancias se acortan de forma extraordinaria, la movilidad se multiplica y los costes de transporte se reducen.
Además, el emplazamiento, junto con el diseño de este puente, lo convierten en un símbolo de prosperidad y una marca local a nivel internacional. No en vano, multitud de símbolos y logotipos de diferentes entidades y empresas utilizan su imagen como parte de su marca comercial, dejando patente de esta manera, su ubicación.
Este puente es visible desde innumerables localizaciones, dando mucho juego a fotografos e incluso producciones audiovisuales.
Bajo el puente se encuentran docenas de bateas mejilloneras y varias empresas de turismo náutico realizan excursiones para contemplar el puente desde ángulos poco habituales.
Si visitas las Rias bajas, es muy posible que cruces este puente en algún momento, pues por el discurre la autopista del atlántico. Si tienes oportunidad, haz un alto para contemplarlo.
