El ojo que mira a Sevilla
Aprovechando un recomendadísimo paseo por la margen del Guadalquivir, nos detendremos a la altura de uno de los iconos modernos de la Sevilla del 92, el puente de La Barqueta, para contemplarlo, a ser posible al atardecer, justo cuando el sol aún no se ha puesto al 100% y el cielo torna a azul eléctrico en la ciudad.
A esa hora y desde cualquiera de sus extremos, este puente colgante que se asemeja a un ojo gigante que vigila noche y día al Guadalquivir, te permitirá jugar con sus formas obteniendo una de esas postales míticas de la ciudad mostrando la cara más moderna de la ciudad.
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