Belen M E
Un paseo por el Puente Kintai
La primera vez que fui a Japón quedé enamorada de este lugar, tanto el puente, como el paseo al lado del río, como el Parque Kikko al final del puente, del que hablaré en otra entrada, me produjeron una sensación de paz y tranquilidad que todavía hoy guardo dentro.
El Puente Kintai, o Kintaikyou en su nombre original llamó mi atención cuando estaba preparando mi primer viaje a Japón por su curiosa forma. Con esos cinco arcos tan altos sobre la estructura de piedra sobre el río Nishiki para evitar las crecidas, aunque como veis, fuimos a final de verano y se veía muy poca agua. Aún así caminando desde el puente dan ganas de zambullirse en esas cristalinas aguas y el ejercicio que haces es innegable.
Y cada vez que estás en lo alto de uno de los arcos, sobre todo los centrales mirando hacia el monte Yokoyama te hace sentir en otra época, me quedó pena no subir al castillo, pero pienso volver porque me encantó ese pequeño pueblo y me quedaron cosas por ver.
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