Un pasado que vibra
El barrio de La Chaume alberga una capilla a orillas del mar: el priorato Saint Nicolas. Fue construido por monjes en el siglo XI, destruido y saqueado por las tropas protestantes durante las guerras de religión y reconstruido en el siglo XII. Entonces se transformó en un fuerte en 1780. Después se convirtió en polvorín, cuerpo de guardia, antes de reconvertirse en priorato durante su restauración en 1972.
Este magnífico edificio y su patio dominan el mar, y la fila de cañones nos recuerda a un pasado no tan lejano en el que era necesario asegurar la costa.
Además, el monumento cuenta con un fresco de Péris-en-Mer, que nos permite recordar a aquellos que no sobrevivieron al océano. El priorato lleva el nombre de San Nicolás, que es el santo patrón de los pescadores.