Bretagne
Una ciudad de cuento de hadas
Una ciudad de cuento de hadas te espera en la Bretaña. Pendos, tapices, almenas en pico, cañones y picas al aire reciben al visitante en el majestuoso castillo de la localidad. Un castillo digno de reyes y de emperadores... Napoleón fue un enamorado de esta ciudad, tanto así, que quiso cambiar su nomenclatura por “Napoléonville”. El casco urbano de la ciudad es digno de admirar por sus innumerables rincones y estancias perdidas por el casco viejo. Palacios enclavados en pleno centro, te sorprenden por momentos. Si el resto de pueblos enamora por su legado medieval, ésta lo hará por su legado neoclásico y medieval por igual.
Una joya parisina en el corazón de Bretaña. La ciudad napoleónica es digna de aplauso y todo un ejemplo de ciudad a seguir, por sus manzanas cuadrangulares, sobriedad y cuidado extremo en los detalles.
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