Un baño con dos mil años de historia
Con la finalidad de abastecer de agua la ciudad de Nimes, los romanos construyeron un sistema de canalización de 50 km de longitud. Para cruzar el rio Gard afluente del Ródano, se construyó un acueducto con 275 m de longitud que constituye una colosal obra de ingeniería y un símbolo de la arquitectura romana. Posee 3 hileras de arcos superpuestos, seis que salvan el río, 11 en el nivel intermedio y 35 más pequeños en el nivel superior que soportan el canal por el que corría el agua. Lo impresionante en estas obras romanas es la solidez y la precisión y que las piedras no están unidas por ningún cemento, solamente colocadas unas sobre otras y fijadas con grapas.