En la lucha por preservar la historia
En el barrio de la Macarena, esta plaza le debe su nombre a un edificio del siglo XVIII ahora en el centro de una acalorada disputa. El palacio Pumarejo, nombre de un noble de origen cántabro llamado Pedro Pumarejo, fue primero una casa familiar, pero se transformó con el tiempo en el barrio de las tropas napoleónicas, un orfanato y una escuela para adultos, para después convertirse en un ferviente comunidad de vecinos, que promovió distintas actividades culturales. En los últimos veinte años, los habitantes del palacio están luchando contra el Ayuntamiento para no convertir el edificio en un hotel, desalojar a la comunidad de vecinos y con él la historia del edificio.