La playa de las vacas con vistas a Bowmore
Saliendo de Bowmore, en dirección a la villa de Bridgend, pasando la misma nuestra vista se sentirá atraida por el paisaje que nos muestra la bahía y la playa, que oficialmente se denomina Tràig Cill an Rubha pero que oficialmente se conoce como la bahía y playa de Bridgend.
No podemos decír que el encantp en sí sea de la playa, ya que es estrecha sin arena, es una playa de piedras pero con una particular atmósfera de lugar salvaje y perdido (algo bastante común en diversos rincones de las islas escocesas). Para empezar, ni rastro de ser humano, al menos hasta donde la vista puede alcanzar, y en segundo lugar, en la playa y en la carretera hay un grupo de vacas autóctonas que campan a su aire, cruzando la carretera y paseando por la playa dándole al lugar un toque exótico, al menos original.
En esto hay que tener un poco de precaución, ya que los animales tienen dueño pero no están acostumbrados al ser humano, por lo que mejor usar el zoom que arriegarse a una cornada, digo yo.
Las vistas frontales dan casi directamente a la ciudad de Bowmore pero si seguimos el recorrido, con permiso de las señoras vacas, la costa no lleva a Port Charlotte, el próximo pueblo que finalmente dará paso a más destilerias y a los acantilados y puerto de Portnahaven.
Un lugar para detenernos (aquí las vacas juegan un papel decisivo), recrearnos con las vistas, descansar un poco y si queremos pasear por esta franja de la isla.