Virgen y escondida
Desde antes de ir a Menorca, mientras ojeábamos y buscábamos información sobre la isla, ya estaba en nuestros planes visitar esta playa. Su situación, aislada de lo que suele ser el circuito habitual de visitas playeras y la belleza de su entorno, nos hicieron incluirla rápidamente en nuestro plan de viaje.
Llegar no es nada difícil, ya que sólo debemos estacionar nuestro coche en un pequeño terreno bien señalizado junto a la carretera y andar por un sendero hasta llegar al paraíso hecho playa. Debemos pasar por un trecho de camino de caballos, que discurre entre matorrales y sube y baja por pequeñas lomas, pero al final de estos 15 minutos de camino nos espera la recompensa.