Llarín
Pasea, piensa... relájate
Una playa con mucha vida por el día, pero que por la noche se torna en un paseo tranquilo que nos muestra la esencia de sus orígnenes, donde podemos contemplar el horizonte calmo y escuchar el susurrar de las suaves olas mientras llegan a la costa. Y, al fondo, majestuoso se alza el Peñón, vigilante y perenne, observándonos y, quizás, preguntándose quienes seamos nosotros, aquellos a los que, como desde hace siglos, ve ir y venir.
Sin embargo, para nosotros, con una vida mucho más efímera que deseamos disfrutar intensamente, su visión nos permite hacer una pausa en nuestas agitadas y aceleradas
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