Playa de Picon

Esta playa la visitamos por recomendación del dueño de la casa rural en la que nos alojábamos.
Es una parada dentro del recorrido a lo largo de los Acantilados de Loiba.
En esta zona, los acantilados son más oscuros, de pizarra y la arena también tiene un color distinto.
Justo la pillamos con la marea alta y solo se podía pasear, pero el tiempo tampoco acompañaba a un día de playa.
Está accesible a través de unas escaleras de madera que bajan desde la carreterita que discurre a lo largo de los Acantilados de Loiba. Justo donde comienzan, hay unas mesas de madera, donde merece la pena hacer la parada a comer si os encaja la hora.

Unas vistas espectaculares.

La unica playa en mi vida que he estado solo. Impresionante tras bajar cientocincuenta escalones te encuentras en una playa virgen del mar abierto entre acantilados. Impactante.