Playa de Martianez y Paseo de las Palmeras
Aparte de lo que fue en su momento Playa Jardín, el Muelle y San Telmo, la playa de Martianez, cuyo nombre deriva de Martín Yanes- propietario de estos terrenos-, o también llamada de La Barranquera, por desaguar aquí el barranco, fue uno de los centros del boom turístico que experimentó el Puerto de la Cruz en la década de los 60.
Se trata de una playa de arena negra volcánica protegida por una escollera de las mareas del este.
Hace unos diez años, desapareció el Restaurante Cafetería Santa María, que tenía unas maravillosas vistas de la costa y en sus bajos muchos servicios para bañistas. En su lugar se rehabilitó la totalidad de la playa y se construyó un restaurante y una cafetería, así como nuevos accesos y unas fuentes casi encima de la arena.
Ahora, en un lado de la playa hay un busto a Isidoro Luz, artífice del despegue turístico de la ciudad.
Si nos queremos bañar en la playa, hagámoslo por el lado de la escollera, pegaditos al Lago Martianez, ya que el otro lado es presa de una fortísimas corrientes y olas que si te pillan te revuelven.....
Por su parte, el Paseo de las Palmeras, o de Aguilar y Quesada, transcurre paralelo al barranco de Martianez durante 300 metros y está formado por una doble hilera de centenarias palmeras canarias. Si seguimos hasta el final, el Paseo se convierte en la calle Valois, y en su extremo, antes del hotel Belair, nos encontramos con el chorro de Martianez, donde la población iba a hacer acopio de agua fresca y clara a finales del siglo XIX y XX.
