Playa remota y salvaje
Una de las playas más famosas y fotografiadas de toda Islay, conformando lo que es la bahía que comparte el mismo nombre.
Dunas, un río, preciosas vistas al mar que casi siempre está en un estado bastante bravo en esta zona de la isla pero sobre todo arena blanca y fina que realza el aspecto general de esta playa. Preciosa e ideal para pasear, en plena naturaleza (recomendado no poner muy lejos el abrigo). Esta playa tiene algo más de dos kilómetros de distancia y es curioso que encontremos señales en donde se prohibe nadar. Lo cual se explica por las fortísimas corrientes que hay en esta zona. No muy lejos de la misma existe un remolino de agua gigante, en las costas de Jura que ilustra la fuerza que el mar tiene en esta localización.
Para los que son como yo, aquellos que en ciertos momentos aprecian la soledad en plena naturaleza, esta playa resulta un destino ideal. El ejemplo es lo que cuesta acceder a la misma, ya que practicamente hay que encontrar un carril rural, desde la villa casi abandonada de Kilchoman, no muy bien indicado que nos dará acceso a esta playa remota.
No obstante, merece la pena, encontrarla y disfrutar de lo que ofrece, para nada en relación con nuestra idea de playa en época veraniega en España, pero no por ello menos disfrutable.