Escribí bajo el sol de agosto: ‘Desde la...
Escribí bajo el sol de agosto: ‘Desde la tumbona turquesa en la playa de Formentor trato inútilmente de ponerle un nombre al color transparente del mar. Ya lo había contemplado fascinada desde el Mirador Es Colomer, apenas me interné en la Península de Formentor. Allí, un paisaje hecho de cielo y enormes farallones cae a un fabuloso aunque inaccesible Mediterráneo. Luego llegué a esta maravillosa lonja de arena blanca. La playa mira a la gran bahía de Pollença, aunque la isla de Formentor –uno de los mejores fondos marinos para bucear o practicar snorkel-, la cierra, como protegiéndola de miradas indiscretas. Para completar la sensación de paraíso exclusivo, varias mansiones y el lujoso Hotel Formentor se adivinan sutilmente entre un bosque de pinos.