De regreso a Thones, después de la ...
De regreso a Thones, después de la escapadita que nos echamos a Evián e Yvoire, de regreso paramos en Excenevex, un pequeño pueblo ribereño que es conocido principalmente por su playa, la única del lago Léman que no es artificial.
La playa esta ubicada en un pinar y tiene un ambientillo bastante mediterráneo que contrasta fuertemente con el entorno. Es de acceso gratuito, aunque el parking es de pago entre las 8h y las 17h, pues no es fácil encontrar espacio para el coche. Nosotros llegamos a eso de las 18h, con lo cual pudimos acceder gratuitamente y nuestro hijo se echó un chapuzón.
La playa de arena gris se extiende bastante hasta el interior del lago, y el niño iba hacia el interior andando sin que el agua le cubriera el ombligo, hasta que al final terminó por darse un baño de asiento.
La playa ocupa un pequeño espacio en el que los niños juegan, y las familias están en la zona verde, un césped algo seco, en sus tumbonas o sobre sus toallas, tomando el sol.
Ya por costumbre, suelo hacer el ritual del bautizo, cuando llego a una nueva costa, aunque con los años, este es solo una mojadita de pies. Así fue, el peke si que llevaba el bañador, yo me sube los pantalones hasta las rodillas y me "auto-bauticé" en el lago mojando mis pies, que fría estaba el agua, a pesar del calor que hacía, finalmente que mas se puede espaerar en la zona de los alpes, ya famosos por su frío clima.


