Un lugar lleno de vida
A lo largo de mi recorrido por la costa de Vizcaya me ha llamado la atención la capacidad de muchos pueblos costeros para tener una playa o hacer un espacio de baños en los lugares más insólitos.
Este es el caso de Ea, donde su playa sorprende, ya que es muy pequeña, pero que se alarga aprovechando la desembocadura de la ria y la apertura hacia el Cantábrico. Lo que más me ha sorprendido es encontrar estos lugares repletos de vida, de lugareños que desde cualquier punto saltan al agua olvidándose de las rocas, de la arena y que llenan de vida y de color sitios que parecerían olvidados.