Dentro de la reserva de la biosfera llamada Siar Ka'an
La Riviera Maya es un lugar paradisíaco. Ya no sólo por la riqueza histórica que tiene para México (por el asentamiento de los mayas, una de las culturas prehispánicas más importantes del país y que ha dejado un legado de restos arqueológicos que vale mucho la pena visitar) sino por su enorme belleza natural.
Sus playas con arena finísima y casi blanca que son bañadas por el mar Caribe cuyos colores van del turquesa claro al azul profundo, son un verdadero lijo que hay que disfrutar al menos una vez en la vida. Y se puede ir en plan hotel de lujo, o de esos "todo incluido", o bien, se puede ir en plan campamento más salvaje para disfrutar verdaderamente del contacto con la naturaleza. Por ejemplo, la Playa de Boca Paila, que se encuentra al sur de Tulum, dentro de la reserva de la biosfera llamada Siar Ka'an. La playa está entre el mar Caribe y la laguna Muyil. Se llega por una angosta carretera costera. Allí, los pescadores del lugar pueden ofrecer los servicios básicos: una cama para poder dormir de manera confortable, transportación en lancha para pasar la laguna y por supuesto comida, que será sencilla pero fresca y deliciosa.