Junto a la playa de Nigrán y Panxón es una de las playas más concurridas de todo el Valle Miñor al igual que además de poseer la bandera azul es una playa desde la que se divisan espectaculares puestas de sol.
Es maravilloso poder pasar un día entero en la playa, ver todo el atardecer, poder observar como el color blanco de la luna va llenando de color esa oscura noche y como tiñe el agua con el color de su reflejo.
Un lugar que visito a mis amigos todos los años y pasamos un buen momento cominendo de lo lindo.
Ideal para paseos interminables. Los fines de semana se llena un poco de gente pero se está muy a gusto.
Un paseo en el ocaso, acariciado por el aroma del mar.
