Pepe Paradores
Una sorpresa
Comida italiana y unos pocos platos checos como codillo y gulash. Todo espléndido; buena cerveza. El ambiente es muy agradable y acogedor. Buenos precios. Además, tuvimos la suerte de que había jazz en directo mientras cenábamos (saxo y piano), suave y que no molestaba sino todo lo contrario, permitiendo la conversación. Se puede rematar la comida con un licor como, por ejemplo, absenta.