Esta pequeña plaza puede pasar ...
Esta pequeña plaza puede pasar desapercibida en cualquiera de las rutas turísticas que se organizan en Roma. Pero, en mi opinión, es uno de los lugares más encantadores de Roma. Se creó en el siglo XVI como la intersección de las nuevas calles que acababan de construirse.
Su punto de originalidad reside en que, en cada esquina de la plaza, se construyó una fuente adornada con una estatua. Estas estatuas representan al Nilo y al Tíber al norte y a Juno y a Diana al sur. Los conjuntos escultóricos son fascinantes, pero lo que hace a esta plaza verdaderamente especial es lo mucho que pasa desapercibida. Los italianos pasan sin mirar -acostumbrados a su belleza- y los turistas también -porque si algo no aparece en los "top point" de las guías, entonces no existe-.