ANADEL
Como las de antes
Entrar en este lugar es como transportarse al pasado, la decoración permanece intacta tras decenas de años, y la gran variedad de panes y especialidades tanto dulces como saladas hacen que sea una delicia adentrarse en esta tienda, aunque sea solo para mirar.
Al lado, un pequeño salón de té con mesitas en la terraza, permite saborear tu croissant recién horneado con un capuccino mientras contemplas el deambular de la gente por su típico mercado corso frente al puerto, una delicia.
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