Hermosa ciudad con amables ciudadanos
Quedaban cinco días libres entre nuestro viaje a Estocolmo y los diez que pasaríamos en Berlín. Decidimos utilizarlos para conocer un nuevo sitio del Báltico y elegimos Riga. Gran decisión, ya que disfrutamos de una encantadora ciudad, con una particular arquitectura donde conviven construcciones de la época de la liga hanseática y el magnífico Art Nouveau.
Gente amable que se está acostumbrando al turismo y pone su mejor disposición para atender a quienes los visitan. Buena gastronomía, con proliferación de comidas italianas.
![](https://images.mnstatic.com/1b/b8/1bb8a4e2a4aab5dcf5b77d7a3f775f14.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/32/50/32503df3ea631134e61e795e29cf86c8.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/ce/43/ce4300a24d78b509b3b1eb4436bd2ecd.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)