Maravillándome con los cerezos en flor!!!
Podría decir de Andorra la Vieja o la Vella, capital del Principado de Asturias que toda ella llamó mi atención desde el inicio del recorrido hasta allí, transitando por la ruta en medio de bosques de abedules y pinos y los Pirineos muy nevados en plena primavera. Así como las pistas de esquí concurridísimas, sus principales monumentos, galerías, restaurantes, comercios, etc., además del muy popular y singular reloj bronce de Salvador Dalí y un antiguo auto que marca el inicio del caso histórico de la ciudad, mi mayor placer fue recorrer andando la orilla del Río Valira que estaba cuajado de cerezos en flor.
Un espectáculo primaveral que explotaba con sus rosadas y nacaradas flores creando un paisaje realmente encantador. Esos cerezos ornamentales que han inspirado poemas, libros, películas y acunado tiernos amores bajo sus sedosas y frágiles ramas. Sus árboles que nada nos dicen durante la mayor parte del año y que muestran verdes hojas al igual que los demás o sus ramas desnudas en invierno, cuando llega la primavera en cualquier lugar del planeta y comienzan a brotar, sean estos rosados como los del Valira o blancos, se cubren totalmente de flores como si un invisible pintor de bellezas, Dios para los que creemos en el, hubiese decidido alegrarnos la vida y la vista con sus destrezas. La naturaleza nos hace estos regalos que nos permite agradecer la magia y el encanto de existir. El lugar el Río Valira, los datos de la Oficina de Turismo de Andorra


