Recia como un castillo
Como corresponde a toda iglesia prioral que se precie, y mucho más si se levantó en época tan convulsa como el siglo XIV, la de Cazalla es toda una fortaleza hecha templo; no en vano sigue aún adosada a luna de las puertas que se abría en las antiguas murallas almohades.
Mezcla de estilos y voluntades, producto de las sucesivas reformas que ha sufrido a lo largo de su larga existencia, presume de sus altísimas y renacentistas bóvedas de casetones y pilares gruesos como árboles añejos.
Los muros pueden competir con los de cualquier fortaleza española en grosor y resistencia y la altura, en correspondencia con la base, la convierten en una especie de rascacielos medieval. Es realmente impresionante.