Parque de Vigeland

La primera vez que visité Oslo me lo perdí y me arrepentí tanto que tuve que volver (4 años más tarde, eso sí). Está un poco más retirado de la ciudad, y me lo imaginaba verde, como en las fotos que había visto en Google. Pero fuimos en otoño, así que todas las hojas se habían vuelto locas y los colores rojizos y amarillos daban un tono especial al parque, que está abierto al público durante todo el año.

Es obra de Gustav Vigeland, que dedicó su vida a las más de 200 esculturas en bronce, granito y hierro forjado que verás en el parque. Vigeland fue también el encargado del diseño arquitectónico del parque. El Parque Vigeland se completó entre 1939 y 1949.

El Parque de las Esculturas de Oslo o Parque Vigeland está situado en el interior del Frognerparken que es el parque público más grande de Oslo, al oeste de de la ciudad. Allí se encuentra la exposición permanente de las esculturas del noruego Gustav Vigeland, más de 200 esculturas a modo de museo al aire libre creadas por el escultor en la primera mitad del siglo XX.

Estas esculturas de bronce y hierro simbolizan el ciclo vital del hombre, el viaje del hombre desde la cuna a la tumba, a través de la felicidad, del dolor, la fantasía, la esperanza y los deseos de eternidad.

Destaca entre ellas: El Monolito, un bloque único de granito de unos 17 metros de altura y esculpido con más de 100 figuras humanas desnudas y entrelazadas que parecen querer trepar hasta el cielo.

En el interior del Frognerparken se encuentra el Conjunto escultórico del artísta noruego Gustav Vigelad, donde están expuestas más de doscientas de sus esculturas en las que el artista noruego muestra su visión particular sobre la vida, desde el nacimiento del hombre hasta la muerte.

Especialmente significativo es su monolito rodeado de esculturas de piedra y la fuente de bronce.

Un lugar especial por el que perderse tranquilamente sin olvidarse de la cámara de fotos.

El parque Vigeland fue uno de los primeros lugares que visité al llegar a Oslo. Para ser finales de abril, tuve la suerte de que hizo un tiempo estupendo allí, una temperatura agradable y días soleados. Mi sorpresa entonces fue aún mayor al llegar al parque y ver los jardines llenos de noruegos/as en bañador tomando el sol o haciendo barbacoas. No desaprovechan los pocos rayos de sol que salen en la ciudad y les encanta estar al aire libre. Vigelandsparken es genial para pasar la mañana, ir de picnic, o dar un paseo. Además, tiene un encanto especial por las curiosas esculturas de piedra de Gustav Vigeland, son a tamaño natural y representan figuras humanas de todo tipo y con diferentes interpretaciones. Lo mejor de todo es el Monolito que hay en el centro, una columna de piedra de más de 14 metros y compuesta por ciento y pico figuras entrelazadas.