Magnífico recorrido
Para descubrir la Cruz de la Selva nos fuimos recorriendo los 40 kilómetros que hay desde Posadas al cerro Santa Ana donde se erige esta cruz en medio de un predio de casi 60 hectáreas y a 360 metros sobre el nivel del mar. Allí pudimos ver la cruz de 84 metros de altura a la que llegamos transportados por un trencito, para regresar al parking donde dejamos el coche nos trasladaron en una camioneta con aire acondicionado a las 19 hs.
En el ingreso a este espacio que conjuga naturaleza, arquitectura y distintos atractivos que permiten vivir el monte en su estado puro, con saltos de agua, especies arbóreas autóctonas, aves de la zona, miradores naturales y atractivos particulares como los lapachos en flor que van apareciendo en el monte como manchas rosas en medio de los diferentes verdes, nos recibió un guía quien nos dio las primeras explicaciones, los lugares por donde se podía o no pisar el césped o caminar, sacamos nuestro billete en la boletería y nos dedicamos a fotografiar el Anfiteatro Griego al aire libre, los locales de artesanías y cerámica de Santa Ana que agregan atractivo al lugar con sus productos realizados por artistas misioneros, e iniciamos el recorrido hasta la cima del cerro.
En la bioplaza hay Orquideario, Mariposario, senderos de interpretación y religioso, etc. El ascenso desde el ingreso hasta el acceso a la cruz es de 1300 metros.
En el edificio de la cruz hay un teatro, una galería de arte, un salón de usos múltiples, baños muy bien acondicionados, acceso a los ascensores y escaleras para llegar al nivel superior, un bar y próximamente un restaurante del mismo bar.
El parque permanece cerrado los días martes en tanto que lunes, miércoles, jueves y viernes se encuentra abierto de 10 a 17 hs., pudiendo permanecer en el lugar una hora más. Sábados y domingos se puede ingresar a las 8.30 hasta las 18.30 hs. pudiendo continuar en el Parque hasta las 20.30 hs.El teléfono es de la Oficina de Turismo de la Municipalidad de Santa Ana
El Parque Temático de la Cruz tiene un Sendero que se abre en el monte permitiendo recorridos alternativos, uno de contacto con la naturaleza, el otro de reflexión, recogimiento y también para celebraciones religiosas ecuménicas. La propuesta es un recorrido de 600 metros a través de este sendero abierto en el monte nativo, con dos posibles interpretaciones alternativas o en simultáneo.
El recorrido “interpretativo” permite identificar especies, disfrutar de los sonidos únicos de la naturaleza, así como visualizar el ambiente autóctono de vegetación, especies animales y vertientes naturales.
El recorrido “religioso” ofrece la posibilidad de recorrer 7 estaciones para la oración y la reflexión del peregrino. En ambos casos se puede disfrutar del sonido del silencio, el trinar de las aves, el zigzagueante recorrido de una pequeña lagartija, una telaraña tejiendo su tela con primorosa y tenaz parsimonia, descubrir una oruga entre la fronda o alguna mariposa de brillantes colores en su ruta al Mariposario. Las pequeñas vallas de madera y los bancos nos invitan a hacer un alto en el camino.


