Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar

En sus aguas crecen las praderas de Posidonia oceanica, de gran valor para el mantenimiento del ecosistema marino de la zona. La franja de playa está delimitada por las dunas y salinas del Parque, donde se asienta una vegetación particular de estos suelos arenosos (se ha realizado un buen trabajo de regeneración que está ayudando a fijar las dunas).

Para disfrutar mejor de la zona os propongo hacer una pequeña ruta a pie, desde la rotonda de entrada al al Parque, con la escultura homenaje a los flamencos. Una vez allí tomaremos el camino de la izquierda de la carretera que nos llevará hasta la Curva de la Culebra, a través de una pasarela de madera al margen de la carretera, donde podremos detenernos y observar las Motas de las charcas salineras, las espectaculares colonias de flamencos descansando en las charcas en su ruta migratoria y algunas de las aves que habitan en el Parque (avoceta, charrancito, cigüeñuela). Una vez estemos en la Curva de la Culebra, nos dirigiremos hacia la torre de observación, y a unos 300 metros, giraremos a la derecha. Continuamos y al llegar a la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, que nos llevará hasta la Playa de la Torre Derribada. Siguiendo hacia la izquierda llegaríamos a la Playa del Mojón final de nuestro recorrido y si nos desviamos a la derecha llegaríamos al puerto deportivo y de pescadores. La vuelta es por el mismo camino, pero en sentido inverso. También dispone de carril-bici señalizado para rutas en bicicleta.

El aprovechamiento de la zona para la producción de sal es muy antiguo, se centra en las antiguas lagunas de Patnia. La sal se consigue introduciendo el agua en los primeros estanques desde el Mar Menor, antes con dos molinos que en la actualidad han sido sustituidos por bombas. Posteriormente, el agua va pasando por balsas de diferente profundidad según el momento del proceso de evaporación, produciéndose la recogida de sal en septiembre u octubre. Es en estas balsas o charcas donde podemos contemplar un buen número de aves como la cigüeñuela o los espectaculares flamencos descansando en su viaje migratorio a finales de verano, sin olvidar otro tipo de fauna como el camaleón entre las plantas de la zona de dunas., donde igualmente a finales de verano podemos admirar la azucena de mar o lirio de mar que florece desde agosto hasta finales de septiembre.

Por estas y otras muchas razones la zona bien merece una visita.