Una de las sorpresas del viaje.
La Isla Margarita es como un pequeño paraíso dentro de Budapest. Esta isla en medio del Danubio lo tiene todo, incluso podrías estar un tiempo viviendo en ella sin salir. Además de ser el rincón preferido de los runner de Budapest, tiene varios restaurantes e incluso un hostel en el que debe ser una pasada dormir.
Hay un montón de bancos para sentarse y enormes praderas llenas de gente haciendo deporte, bailando, practicando yoga, o simplemente de picnic. Hay también un auditorio donde se celebra un festival en marzo que, si coinciden las fechas con tu viaje, deberías considerar ir.
Nos gustó tanto pasear por aquí que el segundo día que fuimos alquilamos un cochecito a pedales para cuatro.