Un hallazgo insospechado
Los escasos restos de las antiguas fortificaciones musulmanas que aún se conservan están detrás de la Cripta de la Catedral de la Almudena y bajando por la Cuesta de Vega justo frente al nicho que contiene habitualmente la estatua de la Virgen.
Estas fortificaciones protegieron alguna vez a los habitantes de la ciudad de Mayrit que fuera fundada por el Emir Muhamed I entre los años 860 y 880. Las fotos en las que se ve proyectada la sombra de dos personas, es la pared donde fue escondida la Virgen de La Almudena, tapialada y con dos cirios encendidos, cuando los invasores musulmanes amenazaban la actual ciudad. Cuentan que el secreto fue pasado de generación en generación, de boca en boca, hasta que en el siglo XI una niña llamada María que conocía el secreto, porque su madre se lo dijo antes de morir, y no lograba acordarse lo hizo estando en medio de una procesión que pedía el milagro de que apareciese, se desmoronó un muro delante de ella y apareció la Virgen con sus dos cirios aún encendidos y habían pasado 400 años.