Serinyà es un pequeño pueblo a medio c...
Serinyà es un pequeño pueblo a medio camino entre Banyoles y Besalú. Cerca del mismo, a pie de carretera, se encuentra este pequeño parque arqueológico que no es más que una reserva natural que aglutina una parte de bosque y unas cuevas paleolíticas. El recinto, de reciente factura, está muy bien acondicionado y, además del típico audiovisual explicativo, ofrece una muestra de las piezas halladas, aunque son réplicas, ya que los originales creo que se encuentran en el Museo Arqueológico Comarcal de Banyoles.
Respecto a las cuevas, que nadie se espere nada remotamente parecido a Altamira, entre otras cosas porque la riqueza de los acuíferos de la zona y el hecho de que las cuevas estén excavadas en piedra calcárea, muy porosa y propensa a las filtraciones, hace tiempo que borraron cualquier rastro de pinturas. El yacimiento es rico en fósiles de animales y también restos de herramientas humanas de distintas épocas y está en fase de excavación,
La visita es guiada y las explicaciones que se reciben de un estudiante de arqueología que participa en las excavaciones son completas e interesantes. Las cuevas se sitúan en un paraje húmedo y boscoso, por lo que el paseo es agradable visualmente. En el museo hay la posibilidad de realizar varios talleres para los más pequeños. En uno de ellos pueden pintar en una pared utilizando los mismos pigmentos que los hombres prehistóricos. En otro, disparar con arco y flechas a un ciervo de pega.