Con sombras y luces
En nuestra visita por el valle de los Pedroches atravesábamos Dos Torres, una pequeña localidad de apenas dos mil habitantes, cuando decidimos parar. Nos llamó la atención un caza adornando una pequeña plaza. No era nuestra intención parar en esta Villa del valle del granito, porque aparte de su templo gótico no le conocíamos punto alguno de interés pero tenemos que reconocer que, a veces, una simpleza te puede llamar la atención.
Es un avión F5, modelo Ar 958, con tres toneladas de peso. En esos momentos recordamos aviones similares ubicados en rotondas de Utrera, Morón y Castuera. en todos los casos el argumento para instalar públicamente este homenaje al Ejército del Aire es el mismo, lazos de hermanamiento con las ciudades en que se instala. Yo los llamaría lazos diplomáticos, pues no he visto tanto hermanamiento en ningún sitio, pero entienda que las bases militares que pueden contener potencial nuclear establezcan lazos amistosos con las poblaciones cercanas.
En este caso concreto el avión era de instrucción y fue pintado de camuflaje por personal de la base de Torrejón de Ardoz, ya en el mismo Dos Torres.
Pero un avión, o mejor dicho su carcasa, es un objeto no ofensivo por lo que utilizarlo decorativamente es de las mejores cosas que se pueden hacer con un caza. Se eligió para instalarlo uo de los parajes más hermosos y cuidado de la Villa, junto a la ermita de Loreto y al lado del cauce del arroyo Milano.
La inauguración sucedió en septiembre de 2009 con la presencia de las máximas autoridades civiles y militares, quienes se refirieron alos lazos de hermanamiento existentes. De hecho la Virgen de Loreto es la patrona del Ejército del Aire español, por lo que el primer domigo de mayo se celebra allí una festividad celebrando el tema, con exhibición aérea incluída.
Es fácil encontrar el sitio pues se halla casi en la entrada de Dos Torres, sírvate de referencia que esá delante del cuartel de la Guardia Civil.
Pero este avión es sólo un elemento del lugar. Pasamos sobre el puente de piedra y aparcamos y, al ir hacia el caza, pudimos contemplar el cauce del arroyo, totalmente vacío y con pinta de tener poca agua en invierno pues su fondo está ocupado por bancos y un parque infantil.
Es un parque especial pues no se basa en una naturaleza exhuberante sino en un equipamiento urbano que normalmente no se suele utilizar. El cauce del arroyo se ha reconvertido en zona lúdica y recreativa e, incluso, se puede acceder en automóvil hasta el mismo. En elmomento de nuestra visita no había nadie pero nos comentaron que esto se llena de juventud a horas más tardías. Nosotros no detectamos que fuese una zona de movida, porque estaba totalmente limpia pero es un buen lugar para charlar un rato con los amigos a la luz de la luna.
En el otro lado del cauce, la zona urbanizada es un tramo entre dos puentes de piedra con cinco ojos. Allí se ubica, de espaldas al parque, una ermita del siglo XVI con la virgen de Loreto.
El conjunto es atípico y original, utilizando equipamiento urbano para otras funciones muy inteligentemente. Consiguió hacernos parar un rato en nuestro viaje y nos pareció un paraje agradable. Aunque un vecino de la zona nos comentó que hay muchas quejas sobre el "hermanamiento" militar y sobre los actos militares que allí se celebran. Y es que nunca llueve a gusto de todos.
