Dormir sintiéndose una princesa
Tras haber estado en varios paradores, éste me seducia por su aspecto medieval. Así que allí celebre mi cumpleaños en una habitación superior con dosel, un patio cerrado por una cristalera así se convierte en salones llenos de Luz para el parador, por cualquier lado se respiraba historia...esos preciosos tapizes, la armaduras...no dejar de entrar en el bar tiene un techo bellisímo y su famoso restaurante, que bien es sabido que la cocina de paradores es exquisitas y en este lugar para recordar.
Un personal tan atento en todo momento, y una ciudad preciosa que me gusto por lo singular.