Hombres Ilustres
En el año 1714 se inició la construcción de la iglesia con el dinero donado en 1683 por Don Jerónimo de Quezala y Garcon, y se abre al culto, sin estar terminada hacia 1743, se acaba en 1755. Cuando en 1767 Carlos III ordenó la expulsión de los Jesuítas, la iglesia fue utilizada primero como Almacén Real de Tabaco, luego como Seminario, como teatro y hasta como Oficina de Hacienda. Tras su restauración en 1958 pasó a ser el Panteón de la Patria (lugar de reposo eterno de hombres ilustres). La fachada es de estilo Renacentista, en piedra calcárea y bastante austera. El interior es de planta de cruz latina con dos naves laterales.