Imprescindible si te gusta la arquitectura
Éste palacio es ante todo una vivienda, que hoy por hoy utiliza la familia que además la enseña, con lo cual, no estamos ante un museo ni nada pacido.
Llegamos a éste palacio desde la misma plaza del pueblo, está justo al lado y tenemos sitio para aparcar.
En la entrada sorprende una escultura de arte contemporáneo, hecha por una artista amiga de la familia dueña del palacio.
Está compuesto por una torre de construcción más antigua y un añadido más modern, que es la parte de vivienda que nosotros pudimos visitar, llena de cuadros y de alfombras antiguas.
Además, nos enseñaron antiguos manuscritos de demostración de linaje muy bien conservados y con cubiertas originales.
Al ser vivienda, hay algunos toques de arte contemporáneo en algunas habitaciones, principalmente algunos cuadros contemporáneos de enormes dimensiones que crean un contraste interesante con el resto de la decoración.
Una visita muy intesante e imprescindible si te gusta la arquitectura antigua.
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