Palacio de la Magdalena

Name: Palacio de la Magdalena
Address: Av Magdalena s/n, Santander, 39005
Telephone: +34 942 203 084
Rating: 5.0000

5/5 (166 puntuaciones)

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128 opiniones sobre Palacio de la Magdalena

Isa

Para patearlo

Desde el paseo de la Pereda (paseo de costa del centro de la ciudad de Santander) dirección Playa del Sardinero, a la derecha queda una península en la que se encuentra el Palacio de la Magdalena.

Para patearlo o pasearlo en bici de arriba a abajo. Pequeño bosque de hayas por el que asciendes al palacio, una playa en el lado derecho, acantilados, un trenecillo que lo recorre... Puedes pasar una tarde agradable y hasta un día, hay zonas de recreo habilitadas. Hay un parking en la entrada a la península, junto al comienzo de la playa del Sardinero.

+12

Carmen Quereda Merino

Palacio de la Magdalena

En la península de la Magdalena se construyó este palacio para abergar a Alfonso XIII y su familia cuando iban a la zona.

Su estilo es neoclásico inglés y francés y alguna nota de estilo montañés. Actualmente alberga la Universidad Internacional Palacio de la Magdalena Menéndez Pelayo (UIMP), donde todos los veranos se dan importantes conferencias.

Sus grandes jardines invitan a perderse en ellos.

+13

Lala

El Real Sitio de la Magdalena se...

El Real Sitio de la Magdalena se encuentra en la península homónima, al final del paseo del Sardinero. Está alejado del centro de la ciudad, pero hay bastantes líneas de autobuses urbanos que tienen parada aquí. Desde luego, es el lugar más emblemático de Santander, símbolo de la ciudad, y de visita totalmente obligada. A la entrada del recinto hay una caseta de información y recepción, donde también se sacan las entradas para hacer un tour por toda la península en un trenecito (en invierno de 9 a 13:30 y de 15:30 a 18:30; en verano, todo el día).

La visita al Real Sitio comprende varios lugares, pues tiene una extensión de 28 hectáreas:
-El Palacio de la Magdalena, de 1912, ubicado en el punto más alto. Es un palacio típicamente inglés, de estilo victoriano, que fue regalado por la ciudad de Santander al rey Alfonso XIII para que pasara sus vacaciones de verano. Ahora es utilizado para impartir enseñanzas universitarias (Universidad Internacional Menéndez-Pelayo), y como Palacio de Congresos, aunque puede visitarse en su interior. Está declarado Monumento Histórico Artístico desde 1993.
-Frente al palacio Real se puede ver la Isla de Mouro, caracterizada por su faro.
-Las Caballerizas Reales, que hoy son una residencia para estudiantes extranjeros. Aquí hay una cafetería donde tomarnos un descanso.
-El mini-zoo, donde se pueden ver pingüinos, focas y leones marinos.
-El museo al aire libre "El hombre y la Tierra", en el que se exhibe una reproducción de las tres carabelas de Colón, una balsa, y una curiosa burbuja de salvamento.
-Playas: Las playas de la península de la Magdalena se encuentran al sur de ésta, son la de Bikinis y la de la Magdalena. Frente a ellas se encuentran la isla de la Torre y la isla Horadada.
-También hay un parque infantil, frente al que se halla el monumento en homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente.
-En el extremo Este de la península se encuentra el Embarcadero Real y el Faro de la Cerda.

Hay bastantes cosas para ver, y el recorrido a pie es bastante largo, pero merece la pena.

+42

Miskita

Vengo del sur, donde en verano no...

Vengo del sur, donde en verano no existe el paisaje verde. Así que me choca el norte de mi mismo país, el de los grandes contrastes. Disfruto de un paseo por los alrededores del Palacio de la Magdalena. El edificio recuerda a la casa de muñecas que nunca tuve. Con ese color blanco-azulado, las chimeneas británicas y los grandes ventanales. Parece que la muñeca va a salir por la puerta principal, dejando atrás un arsenal de mobiliario y accesorios a su medida, pero ahora sólo hay estudiantes.

Y es que ahora se celebran cursos de verano y las conferencias se van sucediendo las unas a las otras.

Alrededor el mar, un faro, un paseo, la playa. Alrededor una trenecito, el magdaleno, para el que no quiera recorrer las más de 20 hectáreas de la península a pie. Yo paseo, contemplo el mar, me paro a leer la historia del palacio real reconvertido a académico. Me paro, cansada de tanto andar, a tomar un refresco y sigo asombrada del verde de la hierba, del mar que va y viene, de la lejanía de mi casa y de lo bello de España.