Ouarzazate

Nada mas salir de Marraquech , alejándonos de sus murallas el entorno se va transformando en unos profundos valles hacia las cimas del Atlas -el an-tiatlas con un entorno rural, profundos valles, oasis y palmerales. Atrás queda la bulliciosa Plaza medieval y el desenfreno de la Medina, para ir poco a poco adentrándonos hacia los pueblos Bereberes ,hacia el Valle de Ourika un pintoresco valle con población bereber en aridas mesetas como la del Valle del Dades gente orgullosa de sus constumbres , de sus palmerales y de sus Kasbahs, construcciones a partir de la tierra arcillosa, detritus y paja con tecnicas milenarias que aun se siguen manteniendo, oasis donde se cultivan rosas hacia la capital del sur Quazazate.

Mi (nuestro) viaje a Marruecos empezó en Ouarzazate y también empezaron los contrastes.
En esta ciudad del sur marroquí están restaurando la Kasbah el Glaui con ladrillos de adobe que preparan allí mismo. También puedes adentrarte en las callejuelas del barrio antiguo o visitar el museo del cine o alguno de los estudios cinematográficos que hay en la ciudad.
La kasbah es un conjunto de estancias y patios, así como un anfiteatro en la parte trasera. Quedan muchas mas zonas que no se pueden visitar y qu completaran un complejo digno de admirar. Nos encantaron la variedad de ventanas y postigos desde los que se pueden ver los alrededores desde la altura.

El cielo encapotado y ni una gota de agua: se aproxima una tormenta de arena. Apenas se ve un alma por la calle. Menos mal que ya hemos llegado a Ouarzazate y a su Kasbah de Taouririrte. Este es el comienzo de la llamada ruta de las kasbahs, algo así como la española ruta de los castillos, solo que en vez de roca, las kasbahs son fortalezas levantadas con firmes paredes de barro. Hoy son museos que se pueden visitar por dentro. Ventanas pequeñas, habitaciones austeras y motivos geométricos típicos del Islam decoran sus paredes.

En nuestro viaje hacia el desierto hicimos una parada en Ouarzazate o Uarzazat, una ciudad al sureste de Marruecos, también conocida como “la puerta del desierto” aunque su nombre significa “sin ruido”. La ciudad se extiende en medio de una meseta desértica que contrasta con los relieves y la vegetación del Alto Atlas.

Está próxima a estas montañas y al valle del río Draa, pero por lo que es más conocida es porque aquí se
encuentran unos estudios cinematográficos muy importantes, los Atlas Studios, en los que se han rodado películas tan famosas como “el hombre que sabía demasiado” (1956) de Alfred Hitchcock, “Lawrence de Arabia” (1962) de David Lean, “la última tentación de Cristo” (1988) de Martin Scorsese, “la momia” (1999) de Stephen Sommers, “Gladiator” (2000) de Ridley Scott, “Alejandro Magno” (2004) de Oliver Stone, entre otras. La verdad es que es un escenario perfecto por sus variados paisajes.