ANADEL
Menú que no defraudó a nadie.
Fue el sitio perfecto para aterrizar recién llegados a tierras italianas, había hecho aquí la reserva tras leer diversas críticas positivas y no nos defraudó.
El sitio es sencillo y rancio en la decoración, y la comida toscana, lo que queríamos, típicos crostinis toscanos con diversas salsas que tu untas en las tostadas, pasta con ragú de jabalí, pastel de chocolate e infusión de frutos rojos o café, 16 euros por un contundente y casero.
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