Viajes a medida, viajes temáticos y viajes en grupo, todo un mundo de aventura
La India es un continente en constante evolución, demasiado grande y compleja para poderla definir. En cada viaje a la India se descubren aspectos nuevos, se conocen otras costumbres y se adivinan los problemas endémicos del desarrollo contemporáneo. La India ha asimilado siempre todas las maneras de vivir y de pensar que han llegado desde fuera y ha sido capaz "d'e indianizarlas", incorporándolas a su realidad. Un territorio que engloba veintitrés estados, que profesa varias religiones y que habla quince idiomas oficiales no es fácil de administrar, sobre todo cuando hay tensiones históricas que se alimentan de odios implacables y enfrentan comunidades obligadas a coexistir. Es fácil de romper el mito -cada día más erosionado- de la tolerancia y, repentinamente, llegar a situaciones de una extremada violencia. Es injusto abusar de la imagen miserabilista que se da de la India. La idea de progreso es ausente de una gran parte de la sociedad, inmovilizada por un sistema de castas en retroceso. Paralelamente, es un país que ha protagonizado un espectacular cambio industrial, científico, comercial y agrícola. El viajero puede escoger, de entre una infinita variedad de opciones, aquella India que más se acerque a las motivaciones o a las inquietudes que le han hecho decidirse a ir. El Himalaia, Cachemira, el Rajastán, la costa de Kerala, Bengala, el gran sur dravidiano...son las diferentes caras de una misma India inagotable, que a veces es dura y siempre es estimulante.
