Roberto Gonzalez
Ocaña
Este pequeño-gran pueblo manchego, merece este adjetivo que yo le pongo porque aunque es relativamente pequeño, tiene dos monumentos realmente enormes; uno es la preciosa Plaza Mayor, digna de reyes, y otra la Fuente Nueva con los inmensos lavaderos, obra de Juan de Herrera, el mismo que diseñó El Escorial. Aparte de estas joyas un precioso teatro que otrora fue iglesia y un rollo de justicia. Muy recomendable, como diría el Comendador.
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