Un paso por la vida de un palmeral
Ni tenía idea, ni me podía imaginar que en ese palmeral que veíamos allá abajo, desde el pueblo, habría tanta vida, bajamos para hacernos un treking en el único sitio de Marruecos donde puedes hacer algo parecido en agosto sin morir bajo el sol (a no ser que seas un Tuareg), al principio fue una caminata agradable entre palmeras, con desniveles y esas cosas, pero pronto llegamos a un río y encontramos paisanos cultivando sus campos, y un poco más allá más gente trasladando en burros sus frutos, bañándose, lavando ropa....todo lo que el palmeral da, el marroquí lo aprovecha, y es que esto es un paraíso al lado de las desoladas y ardientes calles que esperan el regreso del trabajo un poco más arriba de sus cabezas.