Absolutamente impresentable
Las normas sobre reservas son absolutamente ridículas, y el personal muy desagradable y carente de profesionalidad. Nuestra experiencia esta noche ha sido nefasta pues no solo no reservan mesas, sino que ni siquiera permiten sentarse a la mesa hasta que están todos los comensales presentes....!inaudito!
Esta noche habíamos programado una cena allí un grupo de amigos y siendo conocedores de su muy respetable (aunque incomprensible) política de no reservar, decidimos ir a una hora prudente, antes de las 22 h, y habida cuenta de que cada uno veníamos de lugares distintos, fuimos llegando escalonadamente.