Un espejismo de aquel poder faraónico .
Hicimos una excursión a poblados nubios, que poquito queda de aquella zona de Nubia, la región al sur de la primera catarata.
Por donde llegaban a Egipto las mercancías africanas, zonas muy explotada desde el antiguo Egipto de riquezas de oro, minerales y maderas empleadas en sus templos.
Estos magníficos templos Egipcios llegaron hasta la cuarta catarata, durante el Imperio Nuevo, como los de Ramsés II en la baja Nubia.
Encuentros con gente sencilla, afable, sabedores de pertenecer a imperios cuya grandiosidad aún mantiene el deseo de sus faraónes de inmortalidad, por lo menos ahí siguen, siendo disfrutados en cuanto el terrorismo nos lo permita.