Necrópolis

Uno de los lugares que más me gustaron de mi visita a Glasgow fue esta necrópolis, toda una obra de arte victoriano con más de 3.500 esculturas.
Su origen se remonta a 1833, cuando un miembro de la Casa de los Comerciantes visitó París y el Cementerio Père Lachaise. Le gustó tanto que copió la idea y construyeron este cementerio en Glasgow para que la gente más adinerada pudiera tener unos mausoleos de alto nivel.

Parece que tuvo mucho éxito, porque en una vista a esta necrópolis encontraremos las tumbas de la gente más influyente de la época, que fueron diseñadas por algunos de los escultores y arquitectos más importantes de aquellos tiempos.

La Necropolis está ubicada en una colina del este de Glasgow ,es la ciudad de los muertos, el cementerio de la ciudad escocesa. Se llega por el puente de los suspiros, el Bridge of Sighs, que está al lado de la catedral. El monumento de homenaje a John Knox, que domina la colina, se construyó en el siglo XIX. El cementerio se parece al cementerio parisino del Pere Lachaise, del cual se inspiraron al crearlo.

Una colina, bastante árboles y verdura para que los muertos descansen en paz. En total, estiman que se han enterrado cincuenta mil personas ahí, pero solamente con tres mil quinientas tumbas construidas. Muchas tumbas tienen una escultura de la cara, el busto o el cuerpo entero de la persona muerta, y el más grande mausoleo tiene cuatro personas a dentro.

La necrópolis ha sido una representación del Glasgow victoriano. Fue construida cuando Glasgow era "la segunda ciudad del Imperio Británico". Refleja el sentimiento de confianza, riqueza y seguridad de la ciudad por aquellos tiempos.

Se trata de un monumento a los patriarcas de la ciudad y contiene los restos de casi todos los eminentes de Glasgow de la época. Es uno de los cementerios más importantes de Europa, también gracias a su contribución al paisaje urbano, su relación simbólica con la catedral de Glasgow (justo enfrente), y situada en el corazón medieval de la ciudad. Es una gran atracción turística. De hecho, fue lo que más me gustó de Glasgow.

La Necrópolis de Edimburgo es uno de los rincones más bonitos y tranquilos de los que visité en mi viaje a Escocia.

Situada en la colina que hay tras la Catedral, la Necrópolis es uno de los espacios que hay que visitar en Glasgow, siempre con el respeto necesario en cualquier cementerio.

Más que un cementerio lo vimos como un jardín lleno de esculturas.

Por no decir lo más, si vas a esta ciudad no debes dejar de ir.