A pesar de ser uno de los atractivos...
A pesar de ser uno de los atractivos turísticos que promocionan en la ciudad, no me había suscitado gran interés visitarlo, pero dí con él por casualidad y al final decidí entrar al navío. He de decir que me pareció increíble!! Y desde luego, un sitio de lo más curioso. Merece la pena verlo.
El barco tiene su historia: Fue construido en los astilleros de Viana en 1.955 para prestar apoyo a las flotas pesqueras de bacalao, teniendo como principal función la de prestar asistencia hospitalaria a todos los pescadores y tripulantes que se hallaran en alta mar. A lo largo de su historia también fue utilizado como navío frigorífico y de pasajeros, capitanía, remolcador, barco comercial... En 1.984 cesó su actividad y fue vendido a un chatarrero de Lisboa, hasta que la Cámara Municipal de Viana decidió rescatarlo y acondicionarlo de nuevo para hacer de él una atracción turística como museo y albergue juvenil.
El buque pesa casi 5 toneladas y mide unos 100 metros de largo. Se encuentra anclado en el muelle comercial, muy cerca de la estación de ferrys y de la Plaza 5 de Octubre. Justo enfrente se erige el Monumento a Joao Alvares, navegante portugués. La visita es libre (previo pago de la entrada), puedes recorrer las cubiertas, la sala de máquinas, la cocina, la panadería, el puente de mando, la estación de comunicaciones, diversos camarotes, la barbería, la sala de cenas de los oficiales... Pero lo que me pareció más alucinante fue la zona dedicada al hospital: El consultorio médico, la sala de tratamientos, el gabinete de radiología, etc. Se exhiben también las ropas de enfermeros y pacientes, camillas médicas, enormes jeringuillas y material quirúrgico que utilizaban, aparatos para el suministro de éter... ¡Flipante! Conociendo los avances médicos actuales, ver todo aquello parecía más un lugar de tortura que de curación, por lo que me resultó súper curioso.
Me dio la sensación de ser la protagonista de la típica película en que te encuentras un barco abandonado de hace 50 años, pero con todos los objetos intactos y debidamente colocados cada uno en su sitio. Según dicen (aunque no vi signos de ello), los camarotes son utilizados como albergue juvenil (60 plazas), pero desde luego, yo no dormiría ahí ni loca!
La entrada cuesta 2€.
Horarios: Abierto todos los días, de Abril a Septiembre de 9 a 19h, y de Octubre a Marzo de 9 a 17.30h.


