Recogiendo setas en Navaluenga
Lo del sábado pasado fue una pasada. Nacho, (otro Nacho), sabe de setas, de animales, de aves, de naturaleza más que una enciclopedia. Y contó unas historias tan alucinantes que a mí se me olvidaba hasta recoger setas. Si además esperábamos un tiempo de perros y nos encontramos con sol... El sol no es que calentara mucho, mucho. Pero era un sol que avisaba que se acababa el buen tiempo. Y nos veis a todos recibiendo ese mensaje del sol agradeciendo y disfrutando de él como se disfruta de algo cuando uno sabe que se acaba. Con los puños cerrados. Ese ese sol que, tan solo tres días más tarde echamos tanto de menos, pero que nos quiten lo bailao a los que allí estuvimos.