Roberto Gonzalez
Nadar con delfines en Riviere Noire
Esta excursión formaba parte de un pack de tres que llevaba contratada desde el mismo momento que reservé los billetes para volar a Mauricio.
Concretamente incluía nadar con los delfines en libertad, es decir, en mar abierto, y posteriormente una estupenda comida en Isla Benitiere.
Llegamos un poco tarde, porque era lunes y el tráfico, con los colegios y los mercados es un autentico infierno, lo puedo asegurar. Encima el sitio de salida es al otro lado de la isla, en el oeste. En fín, que la agencia tuvo a bien de llamarnos a cada momento para saber por donde íbamos y esperarnos nada menos que UNA HORA. Les volvería a dar las gracias de nuevo.
Una vez en la fuera borda, nos acercámos al norte de la bahía, donde ya había otras embarcaciones agrupadas y gente en el agua. Los tripulantes, después de darnos una pequeña charla sobre los delfines que podríamos ver, las características de su estado salvaje, que no correspondían con los de los parques que normalmente conocemos y la obligatoriedad de ir en grupos de sólo tres personas y jamás tocar a los delfines, nos dieron aletas, tubo y máscara y...al agua!!
He de reconocer que al principio es un poco estresante, ya que uno de los tripulantes se echa al agua, con una boya y te va guiando hacia donde se localizan los animales, con lo cual andas de un lado a otro hasta que te das cuenta de que ellos nadan por debajo de ti todo el tiempo y sólo tienes que esperar que suban a respirar para verlos y fotografiarlos.
Como podeis ver en las fotos, las que mejor quedaron son las digitales de superficie, ya que las otras no se si es que las cámaras no eran de calidad, el agua era muy turbia o simplemente los delfines estaban un poco negados......
El tiempo pasó rapidísimo y cuando nos dimos cuenta ya era hora de subir al barco para trasladarnos a la Isla.
Me quedaron ganas de verlos más de cerca e incluso tocarlos, pero cuando pienso que nadé con delfines salvajes, me da la impresión que debo sentirme contento de haberlos visto libres, en su hábitat natural.
Algo diferente, otro contacto con la abundante fauna que puebla la isla y su mar...
He de reconocer que al principio es un poco estresante, ya que uno de los tripulantes se echa al agua, con una boya y te va guiando hacia donde se localizan los animales, con lo cual andas de un lado a otro hasta que te das cuenta de que ellos nadan por debajo de ti todo el tiempo y sólo tienes que esperar que suban a respirar para verlos y fotografiarlos.
Como podeis ver en las fotos, las que mejor quedaron son las digitales de superficie, ya que las otras no se si es que las cámaras no eran de calidad, el agua era muy turbia o simplemente los delfines estaban un poco negados......
El tiempo pasó rapidísimo y cuando nos dimos cuenta ya era hora de subir al barco para trasladarnos a la Isla.
Me quedaron ganas de verlos más de cerca e incluso tocarlos, pero cuando pienso que nadé con delfines salvajes, me da la impresión que debo sentirme contento de haberlos visto libres, en su hábitat natural.
Algo diferente, otro contacto con la abundante fauna que puebla la isla y su mar...
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