El poder de una familia
Los destinos de un país están muy a menudo regidos por los férreos puños de unas cuantas familias nobles, apegadas a la tierra, a las tradiciones y a unas costumbres que los han elevado por encima del resto de los habitantes de la nación. En Ordino la contienda era entre los Rossell y la fundada por Guillem d’Areny-Plandolit, que amasó su fortuna casi enteramente gracias a sus actividades relacionadas con la industria del hierro.
Con ese dinero levantó esta muy original edificación que data del siglo XVII, que con el paso de los años y de la creciente riqueza familiar, fue agrandándose hasta alcanzar las dimensiones que hoy podemos ver.
Si visitamos su interior entraremos en el túnel del tiempo y apareceremos en la Andorra de los siglos XIX y XX, y aprenderemos por observación los usos y costumbres de una familia noble, la única con título nobiliario en el Principado, que disfrutaba plenamente de unas comodidades vedadas al resto de los mortales.
Pero poco duró el auge de los metales, intensamente explotados en la época de la Revolución Industrial y la diversificación y aparición de nuevos materiales fue restando importancia al comercio metalúrgico. Por ello, la familia fue abandonando su actividad industrial y finalmente se dividió y sus integrantes se trasladaron a otros lares.
Casi sumida en el abandono, la casa fue adquirida por el Consejo General, que la transformó en museo, tras restaurarla, en 1972.
Al margen de los pequeños tesoros costumbristas que ofrece el interior, es realmente la fachada la que llama poderosamente nuestra atención, con un balcón que data de 1849, hecho en la Forja de Areny, propiedad de la familia. Así quedaba todo en casa.
Como curiosidad, citar que a principios del siglo XX, se empezó a levantar un hotel en el jardín de la mansión en un intento de conseguir una nueva fuente de ingresos, pero aún antes de estar terminado ya se había decidido convertirlo en el Museo de Ciencias Naturales y luego se reinventó como Auditorio Nacional de Andorra.
La casa se encuentra en la principal vía de Ordino, una preciosa y tranquila calle peatonal que conserva el sabor de las viejas tradiciones andorranas.
![](https://images.mnstatic.com/05/5d/055d47bb51cb468fa1fbd9dc481ce06f.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/c6/12/c612cd256d017d89230fbcc599ec7bb7.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/c8/2b/c82bf6493fdfcb3b5951d460eb0c1ef8.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)