un museo que no deja indiferente a nadie
Tras recorrer medio mundo con sus obras, el escultor y pintor Robert Tatin decidió volver a casa, en Mayenne, y crear su propio museo.
El Museo Robert Tatin cuenta con piezas realmente originales que recuerdan al universo de este genio francés. El artista concibió un mundo surrealista lleno de magia y de figuras genuinas en el corazón de Pays de la Loire.
Y para mi sorpresa cuando lo visité, su trabajo se expone en lo que se llama la Avenida de los Gigantes. Tras un pasillo de casi 100 metros, un desfile de 19 obras alegóricas repasan la trayectoria artística de Tatin. Mientras visitas el museo, tomas conciencia de estas obras sólo pueden pertenecer a un artista que se creó a sí mismo y que fue precursor de los orígenes de un tipo de arte de nueva concepción: totalmente abstracto pero a la vez simbólicamente unido a la realidad.
Si sigues el tour guiado por la casa encuentras muchas pistas y claves del arte moderno del siglo XX. Fascinantes el campo de las esculturas, la Puerta de los Gigantes y el Jardín de la Meditación. Tatin pasó aquí sus 20 últimos años, recopilando y creando lo mejor de su imaginario. Cuando sales de esta casa-museo, notas que algo se queda dentro de ese lugar. Un museo muy original que no deja indiferente a nadie.
