Museo del Molino Alto

El molino alto funcionó hasta 1971, la familia Gómez desarrolló allí su actividad durante muchos años hasta que llegó a la casi completa ruina, con incendio incluido.

El ayuntamiento de Aliaga tuvo el acierto de remodelar y reconstruir este espacio para crear un hotel rural y un pequeño museo con buenos medios técnicos, para dar a conocer la molienda del grano y el proceso productivo de este molino harinero, así como la historia de la familia propietaria durante varios decenios.

El audiovisual del principio me encantó.

El lugar es bonito, las instalaciones por fuera parecen muy bien restauradas, jardín, parque infantil, barbacoa y hasta una pequeña cascada. La decepción viene cuando te sientas a la mesa. Mas que un restaurante parece un bar.

La comida nos la sirvieron directamente sobre la mesa, sin mantel, ni individual de papel. Comida básica, ensaladas y carnes básicamente. Las ensaladas nos las sirvieron sobre una losa de pizarra plana y las chuletas en un plato muy hondo (con la dificultad que tiene cortar la carne).

Postres y vino bastante básicos para ser un menú de 15€. Aunque realmente